A Study in Rhythm, Symbol, and Expression

The NU Blanc de Blancs label system is a deliberate fusion of modernist precision and expressionist energy—where geometry meets gesture, and every detail deepens the story.

At its core is the die-cut symbol: two half-circles divided by a single horizontal line. Minimal, intentional, and quietly powerful, this mark carries layered meaning. The left half-circle—rising above the horizon—is both an abstract sun and a stylized n, evoking first light of sunrise, upward motion, and the promise of what’s to come in the day. The right half-circle descends—a mirrored u, signaling the sun’s setting, a shift in tempo and mood, and the inward pull of dusk. Between them, the earth’s horizon line steadies it all—linking sunrise and sunset, letterform and landscape, time, structure and mood. A distilled reflection of NuMa’s rhythm on Muro Beach—defined by undeniable natural beauty and the poetics of transition.

This core symbol is brought to life through two distinct label approaches, each rooted in art:

1. The Art Labels
Select editions showcase enlarged, abstracted sections of original paintings by Grason Ratowsky. The dynamic, expressionist brushwork infuses each label with emotional texture, spontaneity, and sensuality. When paired with the die-cut, each bottle becomes a layered interplay of form and feeling—a study in contrast and connection.

2. The Blank Canvas
In contrast, the minimalist version strips everything back to the essentials: just the symbol, precision-cut into softly textured white stock. Here, open space invites interpretation—offering the drinker a canvas for their own story, their own meaning.

Each label communicates only what’s essential: nu blanc de blancs. Handwritten in the corners, the typography offers intimacy and quiet elegance. Whether vivid with color or pared down in form, each variation captures the same duality—between light and shadow, control, energy and emotion, day and night.

Un estudio sobre el ritmo, el símbolo y la expresión

El sistema de etiquetado de NU Blanc de Blancs es una fusión deliberada de la precisión modernista y la energía expresionista: donde la geometría se encuentra con el gesto, y cada detalle enriquece la narrativa.

En su núcleo se encuentra el símbolo troquelado: dos semicírculos divididos por una única línea horizontal. Mínimo, intencionado y silenciosamente poderoso, este signo encierra múltiples significados. El semicírculo izquierdo —elevándose por encima del horizonte— representa tanto un sol abstracto como una “n” estilizada, evocando la primera luz del amanecer, el movimiento ascendente y la promesa de lo que el día traerá. El semicírculo derecho desciende—una “u” invertida, que sugiere la puesta de sol, un cambio de ritmo y de ánimo, y el recogimiento del atardecer. Entre ambos, la línea del horizonte lo equilibra todo—vinculando amanecer y ocaso, tipografía y paisaje, tiempo, estructura y emoción. Una reflexión depurada del ritmo de NuMa en la playa de Muro—definido por una belleza natural incontestable y la poética de la transición.

Este símbolo central cobra vida a través de dos enfoques de etiqueta distintos, ambos con raíces en el arte:

1. Las etiquetas artísticas
Algunas ediciones seleccionadas presentan fragmentos ampliados y abstractos de obras originales de Grason Ratowsky. El trazo expresionista y dinámico impregna cada etiqueta de textura emocional, espontaneidad y sensualidad. Al combinarse con el troquelado, cada botella se convierte en una composición en capas de forma y sentimiento—un estudio de contrastes y conexiones.

2. El lienzo en blanco
En contraposición, la versión minimalista reduce todo a lo esencial: únicamente el símbolo, recortado con precisión sobre un soporte blanco de textura suave. Aquí, el espacio en blanco invita a la interpretación—ofreciendo al consumidor un lienzo donde proyectar su propia historia, su propio significado.

Cada etiqueta comunica solo lo esencial: nu blanc de blancs. Escrita a mano en las esquinas, la tipografía aporta intimidad y una elegancia contenida. Ya sea vibrante en color o depurada en forma, cada variante capta la misma dualidad: entre luz y sombra, control y energía, emoción, día y noche.